miércoles, 26 de noviembre de 2014

Restaurar los cachitos



Duerme mi niño que yo velaré tu sueño,
solventado el daño acaecido
del monstruo que robó tu inocencia.

Tranquilo mi vida,
romper el silencio nos hace libres,
enfrentarnos a lo pasado, 
evidenciar que no tuviste culpa alguna,
que fueron ellos los que te ultrajaron,
que fueron ellos los que serán castigados,
que fueron ellos los que nos castraron la vida,
que fueron ellos...

Se me encoge el alma 

al no haberte protegido,
la culpa me abrasa,
grito en silencio
y odio con tal rabia que mataría.

Entre tú y yo tejeremos una preciosa capa,
que nos mantendrá a salvo del dolor,
del recuerdo,
 volveremos a ser felices,
a ser más fuertes,
a ser completos...

Duerme mi tierno, 
que mamá está contigo,
duerme...

Lo soñaremos todo en dulces colores.



A todos los niños y niñas que sufrieron abusos sexuales,
siento vergüenza y pavor de nuestra sociedad, 
ya es hora de que esto acabe.



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